jueves, 28 de julio de 2011

conclusiones




La planificación, programación, construcción, operación y conservación de rentables proyectos de infraestructura, debe ser un compromiso compartido entre gobierno y sociedad, con el propósito de alcanzar un sano y equitativo progreso en toda la República. Hoy, la delicada inestabilidad política-social en mexico asocia graves riesgos, tanto por la ambición e intereses de poderosos grupos económicos y financieros que pretenden aprovechar y controlar sus valiosos recursos -agua, energéticos, selvas, bosques...-, como por conflictos internos magnificados por la marginación y menosprecio ancestral, lo cual compromete la integridad de México.
Al complicarse estos problemas por el tiempo perdido y las luchas de poder entre gobierno, partidos y organizaciones políticas se transforman en insostenibles y onerosas situaciones de emergencia (social, económica, salud, alimentación, educación, vivienda, comunicaciones, seguridad, empleo...), las cuales retrasan y dañan al país. Con la construcción de un programa secuencial de obra pública, podrán conciliarse intereses y metas de los sectores oficiales, privadas y sociales, a fin de iniciar con renovada visión y mentalidad, una nueva era de prosperidad y convivencia nacional.

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